Come get some!
Cuando los first person shooters comenzaron por 1996 a tener un aspecto gráfico enteramente tridimensional a través del uso de polígonos gracias a la revolución tecnológica que supuso Quake, los motores gráficos basados en sprites comenzaron a eclipsarse y dejaron prácticamente de producirse. ¿Todos? ¡No! Un juego llamado Duke Nukem 3D decidió resistir al invasor 3D utilizando lo que es sin duda, incluso a día de hoy, una auténtica rareza en lo que a gráficos respecta, pues la compañía, 3D Realms, decidió utilizar un motor -el motor Build- considerado como 2.5D, es decir, dos dimensiones y media. Ello se debió, a que la geometría básica del mundo es bidimensional, pero con el añadido de un componente en altura, haciendo que cada sector pueda tener distintas alturas entre techo y suelo y permitiendo distintos grados de inclinación del propio sector, dando como resultado que el motor renderize el mundo de tal forma que parezca 3D.